El 14 de marzo España se detuvo. El Estado de Alarma supuso el punto de partida a un periodo marcado por las restricciones y la incerteza que se sigue alargando hasta la fecha.
Después de los sanitarios y los ancianos, que han vivido con más intensidad los efectos negativos del COVID-19, los adolescentes también son uno de los sectores de la población general más afectados por la crisis que ha propiciado esta pandemia.
La situación sanitaria ha frenado a chicos y chicas: en sus ganas de crecer, descubrir, brillar, vivir y comerse el mundo. Lo que les ha provocado cansancio, apatía, ansiedad, estrés, miedo, rabia y tristeza.
En Aula La Montera, a partir de noviembre hasta mayo, tendrá lugar el Grupo de Adolescentes una vez al mes, un espacio de seguridad, intimidad, cercanía, libertad y escucha para todos estos jóvenes que han vivido durante los últimos casi 2 años bajo las limitaciones de una pandemia.
El objetivo es favorecer el autoconocimiento, el apoyo mutuo entre chicas y chicos en una misma etapa de la vida y cómo no: la diversión. También se trabajarán diferentes temáticas: desde la personalidad, hasta adicciones y aspiraciones.
Los talleres estarán dirigidos por Irene Quintana, psicóloga formada en Terapia Gestalt y en Constelaciones Familiares y Experta en Educación Social. Una profesional con larga experiencia en el acompañamiento de jóvenes y con una historia de vida que puede ser el mejor espejo para chicos y chicas.
A continuación os dejamos, con unas palabras de Irene Quintana:
Quizá porque nunca me sentí entendida y sentí era el ser más infeliz del planeta…
Quizá porque siempre pensé que la mirada de mis padres iba a pesarme más que mil kilos de plomo.
Quizá porque sólo me sentía segura cuando estaba con los míos, como si la única especie con sentido común fuese la generación x.
Quizá porque nadie me enseñó a gestionar mi rabia, ni mi dolor… Porque nadie me enseñó a usar mi vergüenza, ni me avisaron que enamorarse sin límites dolía mucho.
Porque a mí no me dijeron que yo podía elegir y porque mi lenguaje parecía sacado de un idioma en desuso muy criticado, por cierto, por los mayores.
Porque nadie me avisó que lo que me hacía parecer más valiosa, realmente me alejaba de mí misma.
Porque en mi mundo privado al menos, estaba tranquila. Sola y tranquila.
Quizá porque sólo deseaba ser mayor para dejar atrás tantas preguntas.. Y poder empezar a dar respuestas, por derecho.
Quizá porque anhelaba no depender de otros, y demostrarme a mí misma que sabía y podía vivir la vida que deseaba.
Quizá por todo esto y por más…. Siento que mi corazón está con los adolescentes.
Las inscripciones al Grupo de Adolescentes se pueden concretar a través de este enlace. Para más información podéis enviar mail a info@aulalamontera.com o llamar al 954 21 77 98.